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Buenas prácticas para las NDCs
A menudo se usa el concepto de buenas prácticas para la acción
climática para hacer referencias a procesos, programas y proyectos
que aportan al cumplimiento de metas de mitigación y adaptación al
cambio climático. Sin embargo, salvo la definición de buenas prácticas
ensayada por el IPCC para señalar que todas las decisiones deben basarse
en ciencia robusta, no se cuenta con un concepto operativo aplicado al
ámbito de políticas públicas internacional y nacionales
Esta brecha conceptual requiere ser cubierta para fortalecer
lo que cada país u organización o iniciativa de sociedad civil, la
academia y el sector privado, está haciendo en pos de la acción climática
y el cumplimiento de metas enmarcadas en las NDC.
El concepto de buenas prácticas para la acción climática y las NDC,
define una buena práctica como un conjunto de acciones dirigidas al
diseño, implementación y evaluación de las NDC así como de las medidas
de mitigación y adaptación de cada país. A través de estas se generan
resultados positivos en función de los compromisos establecidos en los
acuerdos e instrumentos que forma parte del macrorégimen.
Desde el enfoque del macrorégimen de desarrollo,
Las buenas prácticas para las NDC deben tener un enfoque integral que impulsen procesos para establecer nexos entre mitigación y adaptación al cambio climático. Además, incorporan la acción sinérgica de diferentes instituciones, estrategias nacionales y compromisos internacionales para promover el desarrollo social y económico de la población. Finalmente, toda buena práctica, contribuye con la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible, incorporando una perspectiva de género, interculturalidad y justicia social para garantizar más derechos para más personas, frente a los efectos adversos del cambio climático.
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